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domingo, 29 de julio de 2012

Relato 18

Hola a tributos!
Hoy os traigo el capitulo 18! Este capítulo es más largo de lo normal, pero como me voy mañana quería hacerlo más largo por vosotros. Voy a intentar publicar en agosto si encuentro algún lugar con wi-fi, me llevaré el portátil por si acaso. El capitulo tal vez os resulte extraño además de largo pero como me voy no quería dejaros intrigados asique lo he dejado así, lo entenderéis cuando acabéis el capitulo. Aún así, espero que os guste J Y espero poder publicar pronto !

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-¡Caly ven aquí! – una voz masculina pega un grito, lo veo y lo reconozco, distrito 13, esto puede ser peligroso, me he metido en un lio.
-Dime Black
-Me ha parecido ver algo por allí, quédate vigilando la zona, voy a ver que ha sido

Me ha visto, me sumerjo y aguanto la respiración, pero no soy muy buena y no llevo ni un minuto cuando necesito salir de nuevo. Salgo un poco y respiro, me vuelvo a meter en el agua. Mi corazón se acelera y mi ritmo aumente. Puede que esta vez este mas en peligro que con la bestia. Pienso un poco, es del 13 así que le habrán escogido no por ser hijo de vencedores sino por ser hijo de un alto mando, de alguien importante. De ser así corro verdadero peligro porque le habrán enseñado a luchar para ser un buen soldado, el 13 siempre ha actuado de forma diferente a los demás, siguen reclutando soldados por si hubiese una nueva guerra. En todos los distritos, sobre todo en el 13 y el 2 y también en el Capitolio, los rebeldes siguen formándose por si hubiese una revelación por parte de los ciudadanos del antiguo Capitolio, aún así lo que hacen en el 13 me parece exagerado, reclutan a los niños una vez hayan cumplido diez años. La falta de oxígeno me devuelve a la realidad y me mareo un poco. Saco mi cuchillo de la bota y con él en la mano subo una vez más a tomar un poco de aire. Veo que Black está rodeando la zona, si no quiero que me vea tengo que intentar mantenerme más tiempo en el agua, sin respirar. Sin querer le he clavado el cuchillo a un pez, intento quitarlo porque posiblemente lo necesite, los ojos me escuecen por la sal. Muevo una y otra vez el cuchillo pero no tengo fuerzas para quitar el pez porque necesito salir a la superficie una vez más. Intento no hacer ruido, cuando salgo veo a Black más cerca, estoy asustada, parece que me ha visto. Va a acercarse cuando Caly grita. Black no duda ni un momento en ir a socorrer a su compañera y en cuanto le pierdo de vista salgo corriendo. Voy hacia los arbustos sin dudarlo un instante. Recojo mis provisiones y me alejo de allí lo más rápido posible. Hoy tiene que ser mi día de suerte, no lo digo solo por el pez que se ha quedado en mi cuchillo, ni por el pavo, he salvado dos veces mi vida y las dos por un grito. Pero aunque sea mi día de suerte no debo arriesgarme más, que la suerte este de tu parte en los Juegos es bueno pero abusar de ella es insensato. No puedo evitar alegrarme por mí pero me dan pena los dos chicos atacados por la bestia. Aún así no puedo sentirme culpable. Nada de esto es culpa mía, es solo culpa del Capitolio. Sigo caminando, ahora cabreada, cálculo que me queda dos horas y media de camino más o menos. Estoy fresquita lo que hace que mi paso sea más rápido porque el calor no me cansa. Supongo que cuando llegue Gale habrá acabado con el conejo, ya había durado demasiado. Tengo un pavo y un pez asique la comida de momento no me preocupa, además cuento con la bayas. Todavía no sé que hay en la mochila de Gina pero no voy a pararme para verlo, ya lo miraré cuando llegue al refugio. Miro a los lados y noto que me he desviado un poco, sigo en el camino que lleva hasta la cueva pero este sitio… es el mismo camino que recorrí con Will. No puedo evitarlo, salgo corriendo una vez más. Llevo las provisiones, la mochila en la espalda y el cuchillo en la mano. Podría descubrirme pero no me importa mucho. Me guardo el cuchillo en la bota de nuevo y sigo corriendo. Mi corazón se acelera, el ritmo aumenta y mi respiración es más acelerada que antes, mis piernas se mueven deprisa, una detrás de otra sin darme tiempo apenas en pensar. De repente freno, sin más. Estoy llegando al sitio donde murió, supongo que por un cuarto de hora que llegue más tarde no pasara nada. Llego a los matorrales donde nos escondimos y lo revivo todo de nuevo, esa roca enorme y al lado un roble altísimo, a la izquierda de este es donde apareció Austin. Los cuerpos ya se los han llevado y algún tributo ha debido pasar por aquí porque las mochilas no están. Pero no he venido por las mochilas. Me acerco hasta la roca y la toco con la mano, me agacho para dejar mis cosas y saco el cuchillo. Comienzo a marcar en la roca una frase. Rayarla cuesta demasiado, con las dos manos clavo el cuchillo y lo muevo grabando en la roca las letras que componen dos simples palabras. ‘Siempre Will’ Me gustaría escribir más pero cuesta demasiado rayar esa roca. Se lo debía. El Capitolio estará asombrado pero no me importa su reacción, pueden pensar que es un signo de revelación, yo se que en realidad es símbolo de lo que realmente me importó. Antes de macharme me beso la mano y la coloco encima de lo que he escrito. Pienso en lo importante que ha sido para mí  y dejo escapar una frase.
-Pagaran por todo, te lo prometo William. Nunca te olvidaré.
Cierro los ojos, ya he hecho lo que tenía que hacer. Recojo las cosas y camino sin mirar atrás, todo tiene que seguir adelante,  yo debo seguir adelante. Por Gale, por mama, por papa, por Finnick, por Haymitch, por William, por todos. Quiero demostrarle al Capitolio que no le pertenezco. Avanzo sin más, me queda un largo camino, empiezo a correr porque no estoy cansada, porque lo necesito, porque quiero despejarme, porque no quiero hundirme. Tengo ganas de llorar pero llevo tanto tiempo ocultándome tras una máscara que lo único que muestra es la persona fuerte en la que me he convertido, que temo, que al llorar se vaya el maquillaje y deje ver que en realidad no soy tan fuerte como aparento. Porque detrás de la máscara las cosas duelen, detrás de la máscara hay una chica que ha tenido que madurar más rápido para poder mantenerse con vida, para conseguir que su hermano no muera, una chica que sigue levantándose, que se pone de pie y continua su camino aunque no le queden casi esperanzas. Detrás de la máscara hay una chica que es fuerte, pero que tiene miedo de no serlo lo suficiente para aguantar el peso que tiene encima. Porque creo que si lloro no podré levantarme de nuevo. Puede parecer ridículo en las circunstancias en las que me encuentro, pero llorar, llorar es mi mayor miedo. Sigo corriendo para despejarme, para olvidar mis ideas, para salir de esta pesadilla. Pero hay pesadillas en las que por mucho que corras, si alguien no viene a rescatarte de ese mundo de sueños en el que te sumerges al cerrar los ojos, no logras encontrar la salida. Necesito que me rescaten de este infierno. De esta pesadilla en la que los del Capitolio me tienen retenida. Quiero que la máscara deje de existir, necesito mostrarme fuerte de verdad, porque realmente he superado tantas cosas que ya no la necesito. El Capitolio acaba de empezar a conocerme. A conocer quien soy realmente, la máscara de la entrevista ha dejado de existir, ahora soy yo. Ya no pueden conseguir que me derrumbe, este tiempo he ido construyendo una barrera que me impedía ver con claridad las cosas. Demostrarle al Capitolio que no pueden acabar conmigo, que no les pertenezco, esa es mi mayor arma, demostrarle a los rebeldes, a los distritos que han de seguir luchando, igual que estoy haciendo yo. La llama que había en mi interior se ha avivado y ahora se está convirtiendo en un fuego que recorre todo mi cuerpo. Pero el fuego es peligroso, el Capitolio ha jugado con él y eso no ha sido una buena idea. Solo tengo que calmarme, el fuego que hay en mi interior ahora mismo está alimentado de la fuerza, pero si la rabia lo controla puede ser mi perdición, necesito calmarme para ver cómo utilizarlo a mi favor. Mientras corro mis ideas desaparecen y me vienen canciones a la cabeza, canciones que me cantaba mi madre. Paro en seco, he avanzado más de lo que creía. Cantar, hace mucho que no canto. Papa siempre me decía que tenía una voz preciosa, más bonita aun que la de mamá. Me conto que se enamoró de ella el día que la escucho cantar en clase. Empiezo a caminar, con un paso más calmado. Una canción que me de fuerzas, esperanzas… Tartamudeo una melodía en mi cabeza y siento que necesito cantarla, porque necesito despejarme. No puedo hacerlo porque tal vez haya tributos cerca, pero lo necesito. Es la canción que cantaba mama, la cantaba para la tía Prim. Sigo caminando y mientras comienzo a cantar, al principio la voz casi no me sale porque no tengo la fuerza necesaria pero mientras canto recuerdo a mama, eso me da esperanzas, y si me oye cantar ella también se sentirá mejor. Empiezo de nuevo, esta vez de verdad, es tu canción mama pienso. Safe and Sound. Cierro los ojos y la empiezo. Camino con normalidad, como si estuviese dando un paseo por el bosque, entono la melodía y canto la letra. Cuando lo hago no puedo evitar sonreír. Me siento como en casa, en el bosque del 12, con mi madre. Ahora mismo es todo perfecto, es lo que necesitaba, ahora tengo más fuerza que antes, mas esperanza. ¿Qué estarán pensando en los distritos? ¿Y el Capitolio? Yo sé que no me he vuelto loca, desde que entre en ese tubo, desde que pise la Arena, mientras canto esta canción siento que de verdad podrían encontrarnos, que no está todo perdido. Mi canción ha acabado pero mi mensaje sigue en el aire. ‘Confío en vosotros’ 

sábado, 28 de julio de 2012

Relato 17

Hola a tributos!
Hoy os traigo el capitulo 17! Casi no me da tiempo a publicar así que no he podido repasar el capítulo por si tiene fallos o para alargarlo un poco por lo que no hay mucha descripción, lo siento. Voy con mucha prisa asique solo os diré un par de cosas, la primera que me ausento el fin de semana pero que cuando vuelva, el domingo publicare de noche. La segunda que estoy cambiando el diseño del blog, la cabecera es un pequeño borrador en el que podéis encontrar a Gale, Amy y sus padres. El fondo está por ver. Tercero daros las gracias como siempre por leer, siento que esta vez el capitulo sea tan corto.  Siento no poder escribir mas, solo espero que os guste el capitulo, hasta luego tributos.

Y que la suerte este siempre, siempre de vuestra parte !

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Está en el suelo con el cuerpo desgarrado. Lo primero que me viene a la cabeza es la bestia pero ya ha pasado la hora. Me fijo mejor en las heridas y no son de garras, son picotazos. Tiene todo el cuerpo ensangrentado como si los pájaros le hubiesen atacado de repente y se lo hubiesen intentado comer. Pero eso no es lo peor, lo peor es que todavía respira, todavía está vivo. Me agacho para ver si puedo hacer algo pero su cuerpo está sangrando y totalmente destrozado, ni siquiera sé como sigue vivo. Le subo un poco la cabeza y la apoyo en una raíz que sale del suelo para que respire mejor. Intento ayudarle, aprieto las heridas para que no sangren pero su carne está rota, desgarrada, hay trozos que faltan… No sé qué hacer, y el tampoco tiene fuerzas para nada. Me fijo en él y veo que intenta mover la boca pero le cuesta, su cara está destrozada, aun así se le reconoce. Leo sus labios y mis ojos se abren cuando acaba de decirme lo que quería. Una sola palabra, una súplica. “Mátame” No quiero, no puedo, no puedo matarle sin más. Pero está sufriendo tanto, se está muriendo poco a poco. Una lágrima cae por mi mejilla y la borro en seguida, si yo estuviese en su lugar desearía que alguien apareciese con un cuchillo y me matase. Corro hasta donde está el pavo y cojo mi cuchillo, me lo pienso una vez más antes de hacerlo porque una vez que lo decida no habrá marcha atrás. Cuando vuelvo a donde está Gina me agacho como estaba antes, soy capaz de leer un ‘Gracias’ de sus labios y lo único que puedo hacer es asentir. Tras un lo siento que va dirigido tanto a Gina como a sus padres o incluso hacia mí misma, le hago un corte limpio en el cuello. Un corte con el que no te da tiempo a sufrir ni a notar nada, el corte que se utiliza para matar a las presas de caza para que no lo pasen mal. Limpio el cuchillo con las hojas que hay en el suelo. Me acerco al joven y le cierro los ojos. Al principio dudo en coger la mochila que lleva pero tal vez me venga bien, de todas formas si yo hubiese muerto como él me gustaría que alguien recogiese lo mío y eso le ayudase para sobrevivir. Le digo una vez más que lo siento, cojo la mochila y voy hasta donde deje la mía al lado del pavo.  Estoy dada la vuelta cuando suena el cañonazo. Diez, pienso. Solo quedan diecisiete.
Como ya no me hace falta ir hasta la orilla porque estoy segura de que la bestia ha desaparecido decido alejarme lo más posible de ese lugar, no sé que le paso a Gina pero no quiero que me ocurra a mí también. El aerodeslizador bajará a por el cuerpo asique será mejor que me ponga en marcha. Camino durante varias horas sin ningún encontronazo, nada de tributos ni de mutos lo que en realidad me relaja. Supongo que será por la tarde, miro al cielo para comprobarlo pero el sol todavía no ha empezado a esconderse asique no es muy tarde. Mientras camino pienso en el reloj. Una hora se que pertenece a la lluvia, otra al muto o bestia y otra a los pájaros o lo que sea eso. Solo he descubierto tres horas, son doce. De las tres solo me gusta una, espero que las demás sean mejores. Aunque si no descubro mas tampoco me importa mucho.
Sigo caminando entre el bosque, voy en línea recta asique sé que no voy a llegar al final de la Arena. Pienso en como escaparon todos en el antiguo reloj. Rompiendo el campo de fuerza. Eso es, tengo que conseguir hacer lo mismo, pero esta vez no hay rayos asique tengo que ver como lo hago. Primero lo primero, necesito llegar a la cueva y comprobar cómo están los chicos. Mientras camino me acuerdo de la mochila de Gina, paro un rato a la sombra y me subo a un árbol para mayor seguridad. Cuando voy a hacerlo me miro las manos. Si que tengo que ir a la orilla, se me había olvidado por completo el barro. Ahora por lo menos estoy más cerca de la cueva asique el viaje de vuelta será más corto. Giro hacia la derecha para llegar a la playa, pienso en lo que me encontraré allí ya que seguramente esté alguno de los tributos más fuertes. Voy con cuidado examinando la zona. En una hora he avanzado más de lo normal y estoy casi en la orilla, me escondo tras unos matorrales. El calor de la Arena me está dando una sed que se que no puede ser saciada. Levanto la vista y compruebo la zona, veo una sombra que sale de la cornucopia, pero allí hay más de un tributo. Con cuidado me dirijo más a la izquierda para que no me vean. Cuando estoy en frente de una de las paredes de la cornucopia, lejos de la entrada, me dirijo a la playa. Antes de nada escondo mis provisiones por si acaso. Con cuidado y mi cuchillo en la mano voy sigilosamente, triunfante porque nadie me ha visto me baño en la playa. Me hundo en el agua de la playa que reconforta mi piel y quita el barro. Siento frescor en el cuerpo y con el calor que hace es una buena señal. Cuando me lavo decido salir de allí lo más rápido posible pero entonces oigo una voz. Mi cabeza se gira instantáneamente hacia la cornucopia.

viernes, 27 de julio de 2012

Relato 16

Hola a tributos!
Hoy os traigo el capitulo 16! Tengo que daros un pequeño aviso, me voy todo agosto, el sábado si madrugo podré publicar y el domingo muy de noche pero a partir del lunes no puedo prometeros nada porque no sé si quiera si podré llevarme mi portátil. De momento para no haceros falsas ilusiones os diré que el plan de agosto esta en cero publicaciones, hablaré con mi amiga Belen, la que me convenció para hacer el blog a ver si puede encargarse ella aunque sea que publique noticias, encuestas o incluso dejarle los capítulos escritos y que los vaya publicando pero no se… Tengo pensado hacer un concurso para agosto, no sé muy bien de qué hacerlo asique si tenéis ideas animaros y escribírmelas J El concurso podría ir de cualquier cosa, imágenes para el blog que tengan que ver con mi historia o lo que sea, espero vuestras ideas. Es simplemente para que en mi ausencia se haga algo. Espero que os guste la idea !

El premio para el ganador diferente si tiene blog o si no lo tiene.
Si lo tiene -> una entrada recomendando el blog y tal vez alguna otra cosa que piense
Si no lo tiene -> he pensado en mandarle unos cuantos capítulos por correo para que pueda leerlos antes que nadie
Cuando decida de que hacer el concurso o lea vuestras ideas subiré una entrada con las bases, fechas etc                                                     

Y ahora no me entretengo mas, capitulo 16 ¿estará la suerte de parte de Amy?

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Tengo que agarrarme fuerte al árbol porque el muto está intentando derribarlo, da golpes contra él y en uno de ellos casi me caigo. Me mantengo en mi posición pero dispuesta a saltar. Tengo que caer justo en la cabeza si quiero clavar mi cuchillo en sus ojos. Lo veo potencialmente problemático teniendo en cuenta las ganas de comer que tiene. Veo una rama fina y se me viene una nueva idea a la cabeza. Subo un poco más arriba del árbol, trepo con dificultad porque me duele la espalda, y si a eso le añadimos los golpes del muto resulta bastante complicado subir. Me siento en una rama lo suficientemente fuerte para aguantar mi peso y acto seguido rompo la rama larga y fina que vi antes. Empiezo con el cuchillo a cortar, formando una punta en la rama, como una lanza. No tengo flecha, no tengo arco y solo tengo un cuchillo pero si consigo hacer una lanza o incluso dos podré clavárselas en los ojos y así no perderé el único arma que me queda. Sigo tallando y de vez en cuando miro abajo a ver si sigue ahí, aunque muchas veces no me hace falta porque el árbol tiembla por los golpes del muto. Pasan los minutos y se me hace el tiempo eterno. Mis manos me duelen, no solo de trepar sino de lo que estoy haciendo ahora. Aprieto fuerte la rama para que no se me escape y tallo con mayor velocidad, la giro y eso hace que raspe mi mano pero es un daño menos comparado con el que sufriré si mi plan no sale bien. Afilo la punta un poco más. Tengo la lanza acabada, podría hacer otra pero si el muto sigue dando al árbol no tardará mucho en derribarlo. Así que decidida me pongo de pie, cojo la lanza y espero al momento adecuado para lanzarla. Solo tengo un intento pero no pasa nada, tengo una precisión muy buena. Recuerdo la caza, siempre hay que atravesar el ojo, estoy más que acostumbrada. Mis padres estarían orgullosos de mí. Sigo esperando y mientras pienso en que el Capitolio estará disfrutando de este momento, si muero ellos ganan, si sobrevivió también, el caso es que les estoy dando justo lo que quieren, un espectáculo del que hablar. Con un brazo agarrado al tronco y la lanza en la otra mano, veo mi oportunidad y no lo dudo ni un instante, mi lanza sale disparada. Le da justo donde yo quería, el muto se echa para atrás y con una de sus enormes patas intenta sacarse el palo, es mi momento. Bajo de un salto, no me molesto ni en ir agarrada, el golpe me deja los pies con continuos pinchazos y la caída ha sido dolorosa pero sigo corriendo en busca del charco de barro. Mis pies duelen pero tengo que seguir si quiero salvarme, miro una y otra vez detrás de mí pero al muto le veo lejos, sigue intentando sacarse la lanza. Sus enormes garras lo dificultan pero para mí eso es un punto positivo. En tres minutos más o menos llegare al charco, ya lo veo, miro una vez más atrás. El muto no puede sacársela pero creo que ha decidido dejarla y seguir detrás de mí porque empieza a correr. Le ruego a mis piernas que vayan más rápido y por una vez me hacen caso. El muto corre a una velocidad impresionante, se abalanza sobre mi tan rápido que parece que apenas he corrido unos pocos metros, sus enormes patas lo hacen más fácil. No me rindo, si el va mas rápido yo también tendré que acelerar el paso. En estos días he comprobado que mi resistencia es mucho mayor así que le puedo pedir más a mi cuerpo, mis piernas ahora son más fuertes y rápidas y eso ahora mismo me aporta muchas oportunidades. Respiro hondo, unos pasos más y estaré dentro, cuando llego me meto sin dudarlo. Es asqueroso pero puedo soportarlo si eso me va a salvar la vida. Me unto por completo, de arriba abajo y me quedo tumbada, cubierta de lodo y esperando a que el muto no me reconozca. Cierro los ojos porque tengo miedo de abrirlos, de repente el suelo tiembla y la bestia se planta a pocos metros de mí. Los abro con cuidado, respiro más lentamente y no me muevo para nada. Veo que le sangra el ojo por completo y que tiene la cara totalmente arañada de cuando se ha querido quitar la lanza. El otro ojo se lo ha dañado el mismo asique tengo más ventajas de las que pensaba. Veo como mueve la oreja y como comienza a olisquear, por un momento pienso que no va a servir de nada lo que he hecho pero entonces se oye el grito de una chica. La bestia gira la cabeza en dirección del grito y duda un momento pero sale corriendo. Me quedo parada pensando en que habrá ocurrido pero vuelvo en mi y salgo corriendo, esta vez no hacia el interior del bosque si no hacia la orilla. Lo siento Will, me repito a mí misma, pero no puedo arriesgarme. La orilla aunque parezca mentira es el lugar más seguro por lo menos hasta que termine la hora de la bestia. Un grito de terror se oye, pero no es la misma chica, esta vez es una voz masculina, después se oye rugir a la bestia, de nuevo un grito, es la misma chica de antes. No quiero ni imaginar lo que está pasando, la bestia no ha tardado nada en llegar hasta allí. Esos gritos no eran de lucha entre dos tributos, el terror de las voces era inconfundible. Me paro un momento y cuento los segundos, siete segundos después suenan los dos cañonazos. Esto es horrible, tantos niños muriendo. Éramos veintisiete. Solo es el tercer día. Hago una nota mental intentándome acordar de los que han muerto ya, del Distrito 1, Alexia y Chad siguen vivos; del distrito 2 Cathy sigue viva y a Austin lo mate yo; del distrito 3, Evelyn y Colin, que yo sepa ambos siguen vivos; del distrito 4, Tedy y Finnick, están vivos; del distrito 5, Gisele y Joel, no sé nada de ellos pero no he visto sus caras de momento asique siguen vivos; del distrito 6, Taylor y Loriyn, no los recuerdo bien pero sé que ella era pelirroja y el chico tenia pecas, no he visto la cara de la chica en el cielo, el chico cayó el primer día; del distrito 7, Annick está muerta, murió en la cornucopia seguramente y Brendon está muerto también, es el chico que utilizo Colin, recuerdo que lo dijo; del distrito 8, Gina y Rue, a penas los recuerdo pero siguen vivos; del distrito 9, Madge y Parkert siguen vivos ; del distrito 10, Jennifer y Lauren creo que ambos murieron en el primer enfrentamiento; del distrito 11, Zoe está viva y William, Will murió por salvarme; del distrito 12, Amy y Gale, estamos vivos, y seguiremos asi; del distrito 13, Caly y Black y del Capitolio, Cristina, espero que ella sepa mantenerse viva. En total murieron Jennifer, Lauren, Loriyn, Annick y Brendon la primera noche, no estuve muy atenta pero Will me lo conto mientras caminábamos, Austin y William el segundo día, es el tercero y han caído dos más. Eso son nueve en total, quedamos dieciocho. Si lo piensas bien no han caído tantos, quedan muchos días todavía. Estos juegos no están siendo tan sangrientos, normalmente la mitad de los tributos caen el primer día y segundo otros tantos a causa de las heridas de la primera batalla. Solo sobreviven los más fuertes y astutos e incluso eso, a veces, no les sirve de nada. Seguramente el Capitolio este ideando algo para que muramos más rápido, o tal vez prefiere hacerlo de una manera lenta para que los vencedores sufran mas. Quiero quitarme esa idea de la cabeza, sigo caminando en dirección a la orilla para alejarme del muto. Por el camino veo unos arbustos llenos de bayas y me pongo a recolectar, veo que hay venenosas y esas las dejo donde están, cuando llevo más o menos una hora ya he llenado la parte de debajo de la mochila y como veo que hay suficientes paro de recogerlas. Algo llama mi atención mientras cierro la mochila, es una especie de pavo salvaje, está comiendo algo que debe haber en el suelo. Me acerco lentamente y cuando estoy a escasos metros lanzo el cuchillo como me enseño Haymitch. Le doy de lleno, orgullosa y con una sonrisa me acerco a recoger mi presa pero veo algo que no me gusta nada. A unos dos o tres metros de donde estaba mi presa veo unas botas como las que yo llevo puestas. Alguien esta tumbado entre los matorrales, lo que no sé es si está muerto. Vacilo unos segundos y decido mirar por si alguien necesita ayuda. Tal vez sean Joel o Cristina, jamás me perdonaría el no haberlos ayudado. Dejo la presa donde está y avanzo un poco hasta el lugar. Aparto un poco los matorrales. Es Gina, el chico del distrito 8. 

jueves, 26 de julio de 2012

Relato 15

Hola a tributos!
Hoy os traigo el capitulo 15! Me gustaría deciros que ya he publicado la página con la lista de los tributos y otra con las muertes que se van dando, actualizare la segunda todos los días, por ahora no es más que un borrador pero para que no se os olvide quien va muriendo la dejo publicada. También querría proponeros una idea a ver qué os parecería hacer una página con los tributos y sus imágenes para que veáis más o menos como es físicamente cada tributo, pero ya haré una encuesta. No me entretengo mas y os dejo el siguiente capítulo, ahora que están a salvo en la cueva ¿Qué creéis que pasara? Relato 15 ! Espero que os guste :)
                                                      

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A la mañana siguiente me despierto tambaleante, me toco la cabeza y compruebo que no sangro aunque el golpe me ha dejado un dolor punzante. Examino los cortes y compruebo que no están infectados, tengo moratones repartidos por el cuerpo pero uno en la espalda que me duele aún más, debió hacérmelo Colin cuando me lanzó contra aquel árbol. Me pongo de rodillas y avanzo como puedo hasta Finnick, sigue tumbado y con los ojos cerrados, le toco la frente y veo que tiene la temperatura algo alta, pero seguramente no tenga fiebre. Miro las heridas y las limpio con un poco del agua que tenemos, puede parecer insensato pero es más peligroso dejar que las heridas de la pierna de Finnick se pongan peor. Si se infectasen su vida podría correr riesgo. Le quito los trozos de camiseta que use la noche anterior para que corra la sangre y pienso en que haré a partir de ahora. Como Finnick respira mi preocupación disminuye. Mi hermano sigue dormido asique me acerco con cuidado para comprobar las provisiones. Con lo que tenemos no duraremos mucho asique me quedan dos opciones, salir a por bayas y algo de caza si la consigo con el cuchillo o arriesgarme a ir hasta donde Colin a por el arco y su mochila. Ambas opciones tienen consecuencias, en la primera podría no conseguir nada, podrían encontrarme y podría desvelar donde estamos porque no me separaría mucho de la zona, además con bayas no duraremos mucho tiempo, en la segunda veo más pegas pero también más oportunidades. Colin sigue vivo y tal vez esté con  Cathy y si me encuentran no duraría nada, el camino es más largo y podría cruzarme con más tributos pero también está más cerca de donde Will… trago saliva, las imágenes vienen a mi mente, cierro los ojos he intento olvidar pero de nada sirve, murió por mi culpa, solo por mi culpa. Entonces lo veo claro, no voy a ir hasta allí a por la mochila de Will ni a por la de Colin, ni siquiera sé si Austin tenía algo que me sirviese. Sé que está mal dejar a mi hermano solo, pero ahora hay más agua, y si Finnick despierta puede ayudarle. Necesito volver allí y hacer algo por Will, necesito ir hasta allí.
Despierto a Gale, le explico que tiene que hacer lo del día anterior, que de vez en cuando se acerque a Finnick y si le queda la frente le ponga un trozo de camiseta mojado en agua, pero no mucha porque no pueden desperdiciarla. Me despido de él y le repito una vez más lo mucho que le quiero, Gale esta vez no hace preguntas, agotado se vuelve a acostar y yo salgo con uno de los cuchillos, dejando uno a Finnick por si se despierta. También cojo la mochila para meter en ella lo que consiga por el camino.
Cuando camino miro a todos lados. Mi cabeza de vez en cuando da vueltas y necesito apoyarme en un árbol pero no tarda en pasarse y vuelvo a caminar. Reflexiono sobre la idea de que Cathy aparezca o me la cruce por el camino. Muchas ideas vienen a mi pero me doy cuenta de que Cathy no va a aparecer. A ella le gusta Colin y seguramente haya vuelvo a por él, pero Colin está muy herido, no se atreverá a dejarle solo, aunque él se lo pida. Por otra parte Colin estará jugando con ella, la necesita de su lado ahora que no se mantiene vivo él solo, si se aliaron con Austin han perdido un miembro asique Cathy tiene que encargarse de las provisiones también, con lo egoísta que es Colin no dudará un segundo en pedirle que arriesgue su vida por él, aunque eso implique enfrentarse a mí. Tal vez si haya una mínima posibilidad de que venga a por mí por venganza, pero teniendo en cuenta el estado de Colin, hasta a él mismo le dará miedo quedarse solo, esta más indefenso que nunca. Voy con cuidado escuchando cada pájaro, cada ruido… sigo el mismo camino que recorrí con Finnick solo que en dirección contraria. Me voy alejando cada vez mas de la cueva y me doy cuenta de que llegar a la orilla de la playa me llevo casi medio día, asique supongo que tardaré la mitad en llegar a donde Will. Voy examinando el terreno, se cuanto tardo en llegar a la orilla y también a donde Will, se por los caminos que puedo llegar a la cueva. He podido realizar un pequeño mapa de la Arena en mi cabeza pero la zona que he recorrido es demasiado pequeña en comparación a lo demás, si quiero estar segura y tener un mapa que realmente pueda ayudarme deberé investigar más allá de mis limites. Según el mapa que he dibujado en mi cabeza camino en dirección contraria a la cueva, subiendo el desnivel y hacia la orilla. Todavía no he investigado la zona de detrás de la cuenta, la de enfrente de la colina, tomo nota mentalmente, tal vez haya algo que nos ayude en esa zona. Mientras camino oigo un chasquido, como una rama rota, una pisada, no sé cómo describirlo pero me pongo en posición con el cuchillo porque tal vez esté en peligro. Lo más sensato es permanecer en el sitio, si salgo corriendo seré un blanco fácil, me descubriré yo misma. Giro en el sitio con cuidado intentando descubrir que ha sonado. Podría ser cualquier cosa, digo cualquier cosa porque dudo que sea un tributo, tal vez esté a punto de descubrir una nueva parte del reloj.
Sigo mirando y decido caminar hacia atrás, primero un pie y luego el otro, sin hacer ruido. Temerosa, no tengo miedo más bien estoy a alerta.  Camino hacia atrás con el cuchillo en la mano, intento ser lo más sigilosa posible y de vez en cuando me paro. Tengo una idea clara de cómo se siente una presa cuando va a ser cazada porque es exactamente la sensación que siento ahora mismo. Agudizo el oído y abro bien los ojos, tengo que mantenerme tranquila, los nervios no son de ayuda ahora. ‘Crack’ otra rama rota, miro mis pies, no he sido yo. Un tributo no haría dos veces lo mismo, sería como delatarse. Pero lo que ha aparecido en frente de mí no es un tributo, es un muto. Salgo corriendo, mi idea es solo una, llegar a un árbol lo suficientemente alto y fuerte para subirme a él. Corro como si me persiguiese algo horrible. Bueno, corro porque me persigue algo horrible, apenas me ha dado tiempo a verlo y doy gracias a que he reaccionado deprisa. Lo siento detrás de mi, oigo como respira, siento como corre porque hace que el suelo tiemble, lo noto cada vez mas cerca y un calor recorre mi cuerpo. Sigo manteniendo los ojos abiertos y los oídos atentos. Mis piernas no dan para mucho mas, corro lo que puedo pero parece no ser suficiente, el muto esta cada vez mas cerca. Aunque me meto entre los árboles para ralentizar su paso de nada me sirve así que corro tan rápido como mi cuerpo lo permite. Solo me fije en unas cosas, los enormes colmillos que tenia, su tamaño y los ojos. Eso es, veo un árbol y no dudo en subirme a él, pero esta vez no es para escapar. Tengo un plan. Puede verme, oírme y olerme, si consigo tapar mi olor y quedarme quieta tal vez me salve pero para ello he de encargarme de sus ojos. Si no me ve tardará más en localizarme porque necesitará escuchar o seguir mi rastro y eso me dará más tiempo para salir corriendo. Diviso una especie de lodo que ha debido formarse esta noche cuando ha llovido, es perfecto para tapar mi olor, es perfecto para burlar al muto, para burlar al Capitolio. Ellos mismos han creado ese lodo con la lluvia, me han dado mi oportunidad para escapar. Tal vez no sean tan listos como creían o tal vez me subestimasen una vez más. Cálculo que llegare en cinco minutos corriendo, un poco más a lo mejor. Una vez que tape mi olor no hará falta nada mas, solo esperar.

miércoles, 25 de julio de 2012

Relato 14

Hola a tributos!
Hoy os traigo el capitulo 14! Lo primero que quiero deciros es que siento no haber podido publicar antes, lo segundo es daros un sincero gracias por todos los comentarios que acabo de leer. He visto que el capítulo de Will emociono a muchos y me alegra de que así fuese, buscaba en él una manera de recordarlo, algo que hiciese que no lo olvidaseis, de todas formas ya veréis como continua la historia J Quiero que sepáis que vuestros comentarios me animan muchísimo, que para mí es un placer que leáis cada día los capítulos y que os intereséis tanto por ellos, y ahora no os voy a hacer esperar más porque creo que ya habéis esperado suficiente. Capitulo 14 !

Pdta. Mañana o pasado publicare la página de la lista de tributos y como van muriendo,  se que la encuesta aún no se ha cerrado pero el ‘sí’ está arrasando asique imagino cual será el resultado!
                                                      

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No sé como siguieron adelante después de estar en la Arena, como fueron tan fuertes para volver a casa, para olvidarlo todo, me gustaría ser como ellos, que estén orgullosos de mí. Me encuentro cada vez peor pero debemos llegar a la cueva, de vez en cuando miro atrás para ver si Colin viene. Sé que podríamos haber acabado con él, pero no es mi juego, ese no es mi juego. Mis pensamientos se desvanecen y poco a poco dejan una única idea en mi cabeza, ponernos a salvo. Finnick va un poco después de mí, sigo agarrando su mano y tiro de él pero cada vez tengo que tirar mas, corro por los dos pero no es suficiente, en la Arena nada es suficiente. Está empezando a anochecer y no veo muy bien, tropezamos un par de veces porque ambos estamos algo torpes pero seguimos corriendo. Me paró en seco y analizo las heridas de Finnick, noto en sus ojos que pierde fuerza pero le digo que queda poco, que va a estar bien. Coloco su brazo y lo paso por encima de mi hombro apoyando su peso sobre mí. Antes podía andar con dificultad, casi ni corría pero ahora toda su fuerza le ha abandonado y soy yo la que debe sostenernos a los dos. La poca fuerza que tengo no va a salvarnos pero no puedo dejar de intentarlo. Con dificultad veo la colina, y más adelante el desnivel, estamos cerca. Pienso en eso, queda poco, algo de esperanza aparece de repente, abro los ojos de nuevo ahora más decidida. Con la mano en la cintura de Finnick y la otra agarrando su brazo, pongo su peso sobre mi cuerpo y sigo adelante. Finnick pesa, pesa bastante pero eso no me impide seguir. Se lo debo, se que vamos a salir de esta porque nos lo merecemos. Hemos sobrevivido, esas son las reglas, SOBREVIVE. Pero todavía no ha acabado el Juego, se trata de eso, acabarlo. Mientras lo único que hacemos es dar espectáculo, sufrir para que ellos se diviertan y pasen un buen rato. Me dan ganas de parar, de rendirme, de enseñarle al Capitolio que no soy una ficha más de sus juegos. Si hago eso ellos habrán ganado, ellos siempre ganan, da igual si mueres dando espectáculo o rindiéndote, el caso es que mueres y si mueres el juego para ti ha acabado. No puedo permitir que acabe, tengo que seguir luchando, tengo que sacar fuerzas, tengo que guardarme la poca esperanza que me queda y aferrarme a ella. Estoy tan hundida en mis pensamientos que no noto que caemos hasta que mi rodilla golpea el suelo, a penas soy capaz de ver y estoy mareada pero como si fuese un acto reflejo me levanto. Me levanto, eso es lo que me diferencia del Capitolio. Me he caído, y me he levantado sin pensarlo, y si me he levantado es porque realmente quiero seguir adelante, y si quiero seguir es porque tengo esperanza de sobra, es porque sé que saldremos de esta. Podría haberme rendido, haberme quedado en el suelo y esperar a que un tributo me encontrase. Pero estoy de pie porque me he levantado, porque quiero seguir adelante, luchando, porque el Capitolio no conseguirá hundirme, no si creo que hay razones para luchar, y de esas tengo más que de sobra. Eso es lo que me diferencia de ellos, nuestras razones son diferentes. Ellos quieren enseñarnos que están al mando, que pueden controlarnos, acabar con nuestras vidas, que somos suyos, pero realmente les demostramos que no, porque no pueden controlarnos. Pueden encerrarme en este infierno y obligarme a sobrevivir, pero no han podido obligarme a matar a Colin, le he tenido en frente, he podido acabar con su vida pero no lo he hecho. Porque no soy del Capitolio, porque no pueden controlar mis actos, porque con eso he demostrado que solo yo soy dueña de mis decisiones. Porque si que tengo razones para luchar, por mi hermano, por mis padres, por Finnick, para que todos volvamos a casa. Incluso por mí, porque rendirme seria dejarles ganar, y mi madre siempre dijo no hay peor perdedor que aquel que no lucha por lo que desea. Lo que deseo es volver a casa, y está claro que lucharé por ello. Me estoy enfrentando a la muerte en cada momento que paso en la Arena, asique si tengo que morir, que sea luchando. Levanto a Finnick con cuidado y lo coloco en la misma posición de antes. Avanzar ahora no será un problema porque ya estamos en la colina. Camino más lentamente apartando los matorrales y por fin veo la cueva, avanzo con cuidado y tumbo a Finnick para poder pasar arrastrándole hasta dentro. Gale está dormido asique no ha visto nada, veo que la comida ha bajado y que apenas queda agua. Tapo la cueva con las ramas y vuelvo dentro, me rasgo la camiseta y ato un trozo de esta en la pierna para parar la hemorragia, con lo que me queda le limpio la sangre. Mi preocupación por el agua es mínima por lo que uso la que queda para limpiarle las heridas más graves. No abre los ojos y eso me preocupa pero me alivia pensar que quizá este dormido, que sigue consciente. Me apoyo en la pared agotada y sé que hoy no habrá guardias, nadie cuidará de nosotros. Hago un intento para mantenerme despierta pero no puedo, solo espero que nadie nos haya seguido. De repente me acuerdo de donde estamos. El reloj, pronto será la hora en la que llueva, es la única oportunidad de conseguir agua, faltarán dos horas como mucho. Todavía no he descubierto más horas en la Arena y eso que es el segundo día. Con un intento de desvelarme miro al cielo, donde empiezan a aparecer caras de los tributos muertos. Ya han caído trece, tan solo quedan catorce. Veo la cara de Austin y pienso, yo le mate, siguen apareciendo más caras, pero no tantas como la primera noche. La de Colin no aparece, en su lugar veo la de William y una lágrima me cae justo antes de cerrar los ojos. Debo haber dormido algo porque cuando me despierto está lloviendo, me encuentro algo mejor asique me bebo el agua que queda después de haber limpiado un poco a Finnick y despierto a Gale. Mi hermano se asombra de verme y me da un abrazo. El pobre me toca la cabeza y me pregunta que por que tiene sangre, mi escusa es pobre porque no tengo ganas de pensar y le digo que Finnick y yo nos caímos de un árbol mientras nos escondíamos. Al ver a Finnick se alegra y quiere despertarle, pero se lo impido para no llevarnos sorpresas. Salimos y bebemos agua con las hojas, como la otra vez, luego inclino la hoja y lleno el botellín. Cuando ya hemos saciado la sed entro, y limpio a Finnick con el agua que tenemos, le lavo las heridas y le mojo la frente varias veces, cuando el agua se acaba salgo a por más antes de que se pase la hora. Así repetidas veces, y una última porque Gale tiene más sed de nuevo. Miro las provisiones y veo que nos queda solo para por la mañana, debemos ir a cazar. He perdido el arco, no lo recogí cuando peleamos con Colin, pero nos quedan los cuchillos de Finnick, tiene dos asique uno para cada uno a ver quien caza mas. Me recuesto con mi hermano y le sigo contando la historia que le conté el día del banquete cuando la acabo cierro los ojos, y duermo, por primera vez sin pesadillas.  

sábado, 21 de julio de 2012

Relato 13

Hola a todos!

Hoy os traigo el capitulo 13! Siento no haberlo publicado ayer porque al final no pude pero esta mañana me he levantado antes para hacerle un hueco al blog. No puedo entretenerme así que solo os puedo decir una cosa. Espero que os guste, no es el mejor capitulo que he escrito pero estoy segura de que algunas tributos se llevarán hoy una gran alegría. Hasta que vuelva ! Muchas gracias a todos J

P.D: Como ya estamos en la Arena y las muertes han empezado ha aparecer, cuando vuelva publicare la nueva página con la lista de tributos, sus muertes, como mueren etc                                                      


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Ocurría todo demasiado deprisa. Hace apenas once horas William me había salvado. Ahora estaba muerto, al igual que Austin, al igual que lo estaría yo pronto. Pero supongo que se trata de eso, son los Juegos, todo va deprisa, unos mueren y otros intentan sobrevivir. Un dolor intenso recorría mi cabeza al igual que miles de pensamientos hasta que cerré los ojos, mis fuerzas para gritar se desvanecieron y quede inconsciente. Ya no pensaba, no gritaba, no luchaba, no estaba dormida, tan solo me fui, me fui a otro lugar más tranquilo, parecido al de los sueños. No sé cuanto estuve así pero poco a poco fui despertando. Primero empecé a sentir de nuevo un dolor constante en la cabeza y mis ojos se fueros abriendo hasta que al final pude despertar. Lo siguiente que recuerdo es ver a Finnick luchando con Colin, todo borroso. El me agarraba del cuello y me amenazaba con un arma, mis piernas fallaban demasiado pero Colin me sostenía.

-Será mejor que la sueltes Colin
-Pensé que ya había acabado contigo pero al parecer eres escurridizo. Seguramente estabas aquí escondido ¿no es así? Te escondiste en el bosque esperando no desangrarte, o ¿saliste a buscarla a ella? Sí, debe ser eso, cuando peleamos y te adentraste el bosque querías alcanzarla, pero no lo lograste. ¿Sabes que hacia tu amiga en la playa? Vino a buscarte Finnick, utilicé el cuerpo de un tal Brendom como trampa, el pobre estaba casi muerto. La de las llamas se acercó susurrando tu nombre pero en seguida se dio cuenta de que no eras tú. Lo que más me gustó fue perseguirla por el bosque, estaba asustada, mucho la verdad. Parecía una niña pequeña. La perdí de vista pero volví a encontrarla tras mucho buscar. Estaba llorando, William estaba en el suelo. ¿Quieres saber cómo estaba Amy? Agarrando su mano- Colin se ríe y noto como Finnick me mira, veo que tiene heridas pero estoy tan mareada que no consigo centrarme- la di un buen golpe, aunque no para matarla. ¿Ves ese arco? Lo tenía cuando la cogí, no sé cómo se las apaño pero mato al grandullón, a Austin. Me apuesto lo que sea a que Cathy anda asustada sin él.
-Colin déjala en paz, acaba con lo que empezaste en la Arena, ¿o es que no eres capaz de matarme?
- Eres muy valiente, no lo serás tanto cuando te mate, pero no te voy a dar el placer de morir primero. Cuando estés medio muerto cogeré a Amy y la mataré delante de ti, sin que puedas hacer nada.

Me agarra del pelo y me lanza contra lo que parece ser un árbol, el golpe me duele demasiado pero aún así intento levantarme y llegar hasta el cuchillo que hay en el suelo. Caigo varias veces pero sigo intentándolo. Estoy magullada, demasiado. Me duele todo el cuerpo pero la cabeza sigue siendo lo que más. El segundo día en la Arena está siendo para mi peor que el primero, como siga así no sé si saldré viva. Me levanto una y otra vez y al final me pongo de rodillas. Oigo gritos y golpes, pelean entre ellos pero no distingo quien es quien, me duele la cabeza demasiado. Veo el arco cada vez más cerca pero me cuesta mucho moverme y sé que en este estado no podré lanzar flechas, no con la precisión necesaria. Muevo la cabeza con el fin de despejarme, cuando paro noto que me mareo, la vista se empieza a volver negra hasta que se cubre por completo del mismo color. Parpadeo un par de veces y me llevo las manos a la cabeza esperando a que mi vista vuelva. No es normal que un mareo me dure tanto pero en el estado en el que me encuentro lo veo incluso razonable. Comienzo a ver poco a poco, primero unos destellos de luz y después la mancha negra va desapareciendo hasta que se borra por completo. Veo los árboles, distingo formas lejanas. Vuelvo a la escena en la que me encuentro, miro a ver cómo van Finnick y Colin. Sangran, ambos sangran. Luchan entre ellos, veo como se tiran al suelo y vuelven a ponerse en pie, como se hace cortes mutuamente y se golpean. Tengo que darme prisa si quiero ayudar a Finnick. Mi vista cada vez es mejor, ya no veo nublado y distingo perfectamente el cuchillo en el suelo, entre las hojas. Mis manos son rápidas, muevo las hojas del suelo hasta que consigo coger el cuchillo. Giro la cabeza para ver cómo va la pelea de nuevo, Finnick y Colin están sangrando, no sabría decir cuál de los dos más. Veo como los cuchillos de Finnick rasgan la espalda de Colin, y como este pierde el equilibro. Alcanzo el cuchillo, con dificultad me pongo de pie porque sé que es mi única oportunidad, tambaleo un poco en el sitio y al final consigo caminar hacia delante y cojo a Colin del pelo como me había cogido él hace un rato con la idea de clavárselo en el cuello, consigue soltarse y se agacha pero no puede evitar que le clave el cuchillo en el estómago. Estoy dando un buen espectáculo para el Capitolio, tal vez si me este convirtiendo en una máquina de matar. En ese momento me da igual. Le grito a Finnick que corra pero veo que sigue parado, solo pienso en sacarlo de allí asique le agarro de la mano y tiro de él hacia el bosque, corriendo como puedo, intentando llegar a la cueva. Y es entonces cuando me viene a la cabeza mi madre, mi padre, todos los del 12, estarían viéndonos en sus pantallas, estarían buscándonos, o tal vez, simplemente, estarían tan desesperados como yo ahora.