Hola
tributos!
Hoy os traigo el capitulo 30 ! Ya treinta capítulos. Lo sé, sé lo que pensáis,
‘por fin lo públicas, ya íbamos a lincharte’ Por favor, no me matéis ¿vale? Ando superliada con muchos exámenes, y hoy pensé pues antes de
ponerme a estudiar y antes de ir a la academia como en cinco minutos y me da
tiempo a publicar. Espero que me dé tiempo luego a estudiar todo!
Bueno, ya me daréis vuestra opinión pero yo creo que este es un capitulo muy
interesante y qué vais a ‘flipar’ un poco a lo largo de los tres siguientes más o menos ;)
Un saludo muy grande a todos! Espero que os guste el capitulo J
P.D: mañana me encargaré de actualizar TODAS las páginas, de hacer la página de
sugerencias y de organizar un poco lo que es el blog en sí. He hecho una nueva encuesta, ¿Quiénes pensáis que son los tributos? Podéis verla debajo de la
encuesta, ¡tenéis hasta el próximo día que publique para votar!
______________________________________________________________________
Desde aquí arriba puedo ver todos los alrededores, es una buena posición. Tengo
el cuchillo metido en la bota porque si no, no podía trepar aunque aquí arriba
no me va a servir de mucho a no ser que lo lance. Me fijo mejor en la tributo,
en la mano lleva el arco que me dio William hace tres días. Cuando pienso en él
un escalofrío me recorre, tenía que estar cerca de nosotros, de Finnick, de
Colin... Si estaba tan cerca para coger el arco ¿por qué no nos ayudo? Me fijo
mas en ella, la tributo es una chica joven. Tendrá unos diecinueve años, veinte
quizás. No puedo verla bien la cara desde aquí arriba pero es una chica alta,
lleva el pelo recogido con una coleta. Se ha girado hacia mi lado, escondo
rápido la cabeza. Suspiro esperando que no haya conseguido verme y poco después
vuelvo a asomarme para comprobar que no me ha visto, entonces le veo la cara.
Mis ojos quedan fijos en su rostro y su cara se graba en mi mente trayendo
recuerdos de los días antes de entrar en la Arena. Evelyn. La chica que hablaba con Finnick en la
cena, la que me miro con esa cara cuando me levante para irme, la que se sonrió
cuando le dije a Colin que si me iría con él. Esa chica que parecía tan dulce
resulta que no lo es tanto, seguro que en cuanto me vio vino a por mí. Evelyn,
la compañera de Colin, seguramente le ayudo cuando estaba herido, no creo que
le dejase tirado, aunque sea lo haría por su distrito. Es una chica fuerte, se
le nota en los brazos. Es del distrito 3, en otros tiempos para mí eso sería
terrible. Un tributo del distrito 3, uno de los distritos con más vencedores
junto al 1 y el 2, contra un tributo del 12, con tan solo tres vencedores, dos
de ellos, mis padres. En el 12 siempre morían los tributos, la trágica historia
del 12, aunque al parecer esa trágica historia no ha acabado aún. Veo como mira
a los lados y da una patada al árbol cabreada. El miedo recorre mi cuerpo al
igual que la furia el suyo. Sigue buscándome pero si me muevo lo más mínimo se
dará cuenta de que estoy encima de ella. Con el arco podría alcanzarme
perfectamente si es buena. No sé cuánto tiempo permaneceré arriba pero mi vista
es abarca mucho terreno, decido observar los alrededores a ver si descubro algo
contra el Capitolio pero, hasta donde me alcanza la vista sigue siendo todo
bosque. Lo único que puedo comprobar es que el reloj es enorme, enorme y
redondo. No veo nada que me sorprenda ni que me diga que hay una nueva hora en
el reloj pero algo hace que mi vista quede fija en un punto. Cierro un poco los
ojos para fijar mejor la vista, agarrada al árbol para no caerme me inclino un
poco hacia delante sin moverme demasiado. Dos tributos se dirigen hacia aquí,
calculo que tardarán un rato pero si no se aleja Evelyn podría ser muy
peligroso para ellos. Quiero buscar la manera de avisarles pero me resulta
imposible sin ser descubierta antes. No puedo poner mi vida en riesgo. Evelyn
comienza a dar vueltas alrededor del árbol mirando a todas partes, se dirige a
unos arbustos y mira a ver si estoy allí. Yo me pego más al tronco con la
esperanza de que no me vea. Estoy nerviosa, que me tiemblen las piernas no es
una buena opción en este momento asique intento calmarme, si permanezco así no
tiene por qué encontrarme. Temo que lo haga, podría ser el fin de mis Juegos.
La situación no puede empeorar, o tal vez si puede. Los otros dos tributos
siguen avanzando en esta dirección, en unos minutos esto podría convertirse en
un baño de sangre. Espectáculo para el Capitolio y más muertes para Panmen,
esto no puede ser bueno. Seguramente Clover esté comentando lo que sucede, me
lo imagino narrando una asombrosa historia y preguntándose qué haré para salir
de esta. Ya les he sorprendido en varias ocasiones asique espero no
decepcionarles esta vez. Vuelvo a mirar abajo, la
he perdido de vista, tal vez se haya ido. Miro alrededor y por desgracia, la
vuelvo a encontrar. Evelyn está cabreada, no sabía que tuviese tantas ganas de
matarme. Decido apartar la ista para no ponerme más nerviosa, analizo la
situación y recuerdo a los dos tributos. Miro hacia donde estaban antes, siguen
avanzando, van con cuidado, ahora los veo más de cerca pero no diferencio gran
cosa. Son un chico y una chica, no puedo ver nada más. Seguramente sean del
mismo distrito, aunque no sé cuantas parejas quedan. Empiezo a notar que tengo
sed, si sigo aquí arriba mucho más tiempo voy a morir asfixiada, el sol me está
matando. Evelyn ha vuelto al sitio de antes y se ha sentado a la sombra del
árbol, los otros dos chicos cada vez se acercan más y más. Quiero sentarme pero
si lo hago tal vez Evelyn se dé cuenta. Espero a que pase el tiempo, cierro los
ojos y me apoyo en el árbol. Noto el sol encima de mi cabeza y el calor
asfixiando mi cuerpo, abro los ojos y miro hacia arriba. Siento que me mareo un
poco, todo empieza a volverse negro y noto que la cabeza me da vueltas, debe
ser por el calor. Cierro los ojos de nuevo y respiro calmada esperando a que se
me pase. No sé cuánto tiempo pasa pero cuando los abro de nuevo los dos
tributos están a unos doce metros más o menos. Evelyn también les ha visto
porque no duda un ponerse de pie y esconderse detrás del árbol. Tiene una
piedra en la mano y no entiendo muy bien que pretende hacer con ella. Los dos
tributos se acercan más, cuando están a unos siete metros Evelyn lanza la
piedra a unos arbustos que hay a la derecha. Los dos tributos lo oyen e
inmediatamente se giran hacia el sonido, me fijo un poco más y distingo la cara
de la chica. El otro tributo la sujeta con cuidado y la pone detrás de él, la
cara de preocupación y miedo de la chica es inconfundible.